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UC - Críticas

País: USA / Reino Unido / Islandia.

Año: 2015.

Duración: 121 min.

Género: Drama.

 

Dirección: Baltasar Kormákur.
Guión: William Nicholson y Simon Beaufoy.
Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Nick Kentish Barnes, Brian Oliver, Baltasar Kormákur y Tyler Thompson.

Música: Darío Marianelli.
Fotografía: Salvatore Tonino.
Montaje: Mick Audsley.

 

Distribuidora: Universal Pictures Spain.

Estreno en España: 18 Septiembre 2015.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Reparto: Jason Clarke, Josh Brolin, Keira Knightley, John Hawkes, Jake Gyllenhaal, Sam Worthington, Martin Henderson, Emily Watson, Michael Kelly, Thomas M. Wright.

 

A PUNTO DE CORONAR, NOS CAÍMOS CON EL EQUIPO


Adaptación al cine del drama acaecido a un grupo de alpinistas cuyo ascenso a la cumbre del Everest, ayuda mediante de una empresa especializada, acabó convertido en una pesadilla. Una tragedia con la que este film juega con tacto y buena letra, sugiriendo una crítica soslayada sobre los peligros de convertir en una atracción un lugar de máximo riesgo, pero para la que no acaba de ahondar quedándose en la superficie o, tanto mejor dicho, en la falda de un montaña que (por más que se empeñen) no acaba de ganarse ese temeroso respeto por el que tanto replica.




SINOPSIS: En la década de los noventa coronar el pico más alto del planeta, el Everest, empezaba a convertirse en una atracción turística. Y no eran pocas las compañías que se dedicaban a ello. Una de ellas es la comandada por Rob Hall (Jason Clarke), quién, aún así, se preocupaba en cada ascenso en avisar a cerca los peligros que entrañaba tamaña aventura. Pero la de 1996 iba a marcar un antes y un después. La adversa climatología, la saturación de alpinistas y una serie de catastróficos imprevistos hicieron de aquella expedición una verdadera pesadilla para el grupo de alpinistas que, con él, buscaban cumplir un sueño y superarse a sí mismos.


 

En un momento de la película, uno de los personajes más carismáticos de ‘Everest’ (a los que de hecho se señala como parte responsable del terrible desenlace por obcecarse en no subir con oxígeno) sentencia con gravedad que, al final, “es la montaña la que decide” sin vuelves a bajar. Lo que pasa es que, al parecer, tampoco es que sea uno de los ascensos más complicados y peliagudos de los ocho picos más altos del mundo (aunque sí el más alto), y claro, eso se aprecia en el desentramado del guión. Obviamente esto no es una razón para quitarle hierro a la tragedia, y buen cuidado tiene el film de desperdigar responsabilidades en un variopinto abanico de personajes (que no olvidemos son reales). Pero claro, todo esto deja una amarga sensación de irreverencia trágica en cómo se desarrollan los acontecimientos.



Reconozcamos, no obstante, que peor hubiera sido adornar los acontecimientos. Convertir en una especie de Stallone que todo lo puede a ese Sam Worthington que se pasa toda la película en el campamento base esperando que haga algo (¡que los rescate con sus propias manos!)… pero que sólo coge el teléfono. No. Obviamente eso no hubiera estado bien. Pero el “no héroe” no puede carecer de interés aunque se quede sentado esperando a la muerte sin hacer nada. Y esto es una cuestión de forma. Porque si esta batalla estuviera perdida de antemano ni Polanski ni Brody nos hubieran aplastado el corazón con tanta brillantez como con aquel ‘El pianista’ (2002). Algo de lo que este ‘Everest’ queda muy lejos.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER